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¿Quién es Lince? Soy un ser humano que ve en la realidad situaciones amargas y dulces. La metáfora, como una manera de ser implícitos, es mi modo de ofrecerle mis perspectivas sobre diversas cosas de el mundo que hemos creado. Espero lo disfruten.
"Límite es la palabra que define el momento en el que debes detenerte ante la dificultad de que tus decisiones no recaigan enteramente en tu voluntad". L.P

Momentos Creativos

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mayo 16, 2011

"Vagabundo y sin amor"

Ella había terminado allí, después de que una profunda depresión navegada entre las aguas de "consejos", lenguas viperinas que emitían amenazas implícitas con nada de provecho, la azotara con el látigo del ego traicionero. Después de un novio que desapareció, después de una consecución de calmantes cada vez más fuertes que por legalidad no se venden en farmacias.

Estaba allí, como el resultado de haberle escupido al cielo. Había aprendido de la calle lo que le habían prohibido en la sociedad; robar por hambre, robar por necesidad, atracar, insultar, amenazar por costumbre;   odiar por  la imposición de sobrevivir.

Estaba pasando por la calle hacia el mismo pedazo de asfalto donde había amanecido y había construido con algún tiempo de por medio. El frío de la tarde ya no le molestaba, al fin y al cabo, tras un par de años, terminó siendo su confidente. Entre la brisa helada de las cinco y el crepúsculo, respiró el humo de la calle, volviendo a su jauría para relatar a sí misma su día.

De tanto necesitar un abrazo había terminado por olvidar lo que significaban en realidad y lo había reemplazado por un momento de necesidad fisiológica con cualquiera que se atreviera siquiera a proponerlo.

El resguardo de habitantes de la calle no el lugar que creería cualquier novato, sumido en fantasías. El viejo gordinflón que dirigía el centro no era más que un granuja degenerado sexual, que a cuanta cara nueva veía exigía toda clase de porquerías profanas para cualquier mente. Era un vil chantajista que a cambio del beneficio de salud y derecho a una comida pedía la satisfacción de sus placeres banales. Lo que a la vagabunda respectaba, lo más irónico era que ni siquiera regalando su carne conseguía siquiera que este bastardo contemplara como posibilidad el ayudarle, porque una vez cumplido el cometido, generalmente unas cuatro veces, dejaba a las desgracidasas a su suerte, humilladas hasta los límites de las lágrimas hasta que hartas no regresaran.

El suicidio ya lo había descartado al igual que a las instintivamente improbables ilusiones amorosas.

Comprendió que en las cenizas de su existencia, se habían consumido los recuerdos, se habían aspirado sus expectativas y se estaban esfumando las últimas gotas de familiaridad que ahora empapaban sus ojos.

No lloraba como una joven desconsolada que extraña su hogar, no lloraba como una madre ya no madre por un aborto desaseado, lloraba como un espíritu desolado, en silencio, sin explicación, inundando el corazón de rabia y de soledad.

Llego su compañero de turno y se acomodó burdamente en el pedazo de yute húmedo en el que estaba ella. Un sonido seco de la caída del cuerpo oloroso a su lado hizo que inspirara precipitadamente. Los rugidos salvajes y sin sentimiento alguno no se hicieron esperar
Las estrellas comenzaron a recorrer las cintas caminadoras del cielo.

Su piel tostada se había acentuado con el tiempo y la luna dejaba percibir los dedos sucios que rebordeaban con caricias sexuales que por un momento prometían amor, pero que en cuanto se despegue, no serán más que el remordimiento del objeto usado.

En lo más oscuro de la noche, el hombre la empujó del "lecho" para reemplazarla por otra más joven que venía amenazante.
Caminó para calmar su agitación. Había perdido la lucha de fieras, entre insultos y pelos arrancados, perdiendo también la ruana y dos dos pedazos de cartón que había conseguido la semana anterior ¿Qué podría pensar acerca de su sentido en la vida?, si caminaba sin rumbo que el humo de sus propias exhalaciones.

Si el sentido o el deber de todo ser humano fuera construir una torre y supiera que cuando le falta la última hilera, siempre y sin excepción tendrá que comenzar nuevamente, seguramente despreciaría el reto.

Se sentó justo enfrente de una iglesia, sin confesar a sí misma su tristeza. Recordó el apoyo de sus padres que en otro momento había sentido como hostigamiento y miró el amanecer fijamente. Con lentitud su corazón fue dando las buenas noches. Dos veces suspiró hasta que cayó profundo, lleno de sangre y vida, que fue extinguiéndose por falta de intervención adecuada. Su rostro sintió la caricia de esa brisa helada que llamaba amiga y su mano se aferró sobre el pedazo de piel que llamaba pecho y llena de ira solemne cerró los ojos, en plena consciencia de que en su vida no había amor. 

6 comentarios:

  1. Que bonita historia, triste pero al mismo tiempo muy interesante :) Me encanta como escribeeess!!!

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  2. Que nivel... several violencia y tal!!!
    Deje de andar miquiando!!

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  3. No es crítica social... Ea! al parecer alguien se ha pillado la hermenéutica del asunto.
    Me agradan las palabras en general, no sólo las complicadas. Algunas aunque parezcan iguales como "sinónimos" a larga no lo son porque poseen ciertos implícitos que modifican el sentido.
    De dónde remiten?

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  4. Que nivel!!!... de frente

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  5. Es extraño, que alguien ajeno al autor, exprese que una palabra podría ser reemplazada por otra..

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  6. Dudo que algún ser complicado se autodefina como tal

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