Entradas populares

Translate

Datos personales

Mi foto
¿Quién es Lince? Soy un ser humano que ve en la realidad situaciones amargas y dulces. La metáfora, como una manera de ser implícitos, es mi modo de ofrecerle mis perspectivas sobre diversas cosas de el mundo que hemos creado. Espero lo disfruten.
"Límite es la palabra que define el momento en el que debes detenerte ante la dificultad de que tus decisiones no recaigan enteramente en tu voluntad". L.P

Momentos Creativos

Momentos Creativos
Fabro grafics

julio 09, 2011

A mis confidentes: el Destino, la Luna y sus amigos

Maldita neblina insensible que rodea este acto interminable como un terciopelo curtido del polvo de la degeneración social, dejándonos, a sus actores, dependientes de los resabios de unas tablas a medio construir; los cimientos que otros construyeron, luego destruyeron, celebraron y lloraron. Estamos aquí mirando hacia la tribuna con la intención de recrear algo mejor, porque eso hace un actor recrea, muy pocos crean.  

Bendito y maldito el destino agridulce que me envuelve en un postre circular. Que me ahoga de crema invisible y glaseado blando, un consuelo deformado por la esencia de algo más grande que nuestra finita existencia. Para mi confidente, ¿quién soy? Dime, querido Destino... Su silencio me arroja una respuesta igual de lógica a él. Soy una cereza inerme ante la masa. Engullida con la misma avaricia y facilidad con la que el mundo nos engulle; a algunos como harina, a otros como crema, y a otros como fruta. 

Soy mercancía publicitada como la solución del mundo, como el animal inteligente. Propaganda de un humano y en general de la humanidad. De mi; del que ama a más de una, del que desprecia al pobre, del que sube al poder mintiendo, del que arrebata la comida de una madre desesperada, del que enfermo mentalmente mata a su familia, del que aniquila sus neuronas como refugio de su propia inmundicia, del que hace la guerra por dinero. Todos, dispuestos como lindos juguetes destructivos sedados por esa sustancia que es al mismo tiempo morfina y formol, sustancia de la que muy pocos luchan por despertarse y menos logran safarce. ¿Somos juguetes de quién? de nosotros mismos, la vieja historia de muñecos.
  
Al calor no calentador de las luces artificiales de la calle, las nubes se humanizaron a mi lado, haciendo que la lluvia despercudiera la estela de yeso que quedaba sobre mi cabeza, rastrojo de tantos disfraces. 

Siendo honesta, en estos segundos nocturnos, mi sensibilidad se ve tensionada por la culpa de ese payaso farsante; y toda esta situación me hace recordar con un poco de nostalgia que aún hay hoyos negros en mi cuerpo que no sanan con un brochazo de estuco.

Maldita luna agazapada. La culpo por traer a colación con un sonrisa macabra de cuarto menguante lo irónico del camino que estoy recorriendo. En su luz me he visto recogida poruna  presencia mística, íntima, que ahora, sólo comparto con su marido, el sol, cuando en su hijo de cielo azul me fortalezco. 

Sin embargo ,esta testigo me hastía con su mirada conocedora. Retroescabadora de mis tripas y oídos. Memoria de las mismas palabras que no eran anunciadas por el emisor sino por el viento retorcido que rosaba mis orejas para enrojecerlas con el murmullo de algo conocido y terriblemente recalcitrante. 

En un vistazo es un caso completamente distinto... pero en la visión espectral, allí está el mismo karma regodeándose de mi debilidad. Cara, ocupación y voz diferente, pero a la larga, una reproducción barata de una serie de condimentos químicos y un par de suspiros por la niebla muy bien conocidos.

¿Pero porque todo son lágrimas secas? Si en una espiral de incienso quemado, me hallo conteniendo la paz que me queda, el resto de la fuerza que mentalmente he dispuesto; porque renunciar, no es una opción. Y estoy aquí, con la cara iluminada por un desconocido fulgor azul, frente a los cuchillos del viento, preguntando el camino y el modo. Caminando sin respuesta, en un laberinto de espinas de miel, sin luz, tropezándome con toda clase de arbustos, que en la recta final convergen en el mismo fin, hacerme tropezar.

Los moretones son de un imperceptible que sólo con los rayos blancuchos de ese astro tan cercano, tan femenino y tan misterioso resaltan como un marcador estas lineas, mis expresiones.

Este cemento, obra de las construcciones de "seguridad" humana está soportando todo el pudor que revienta en mis mejillas con un infantil y tierno toque rosa. Pero, ¿porqué he de alabarlo? si no es más que un montón de vasos internos sangrantes que se abanderan en mi rostro ante la interrupción de mis pensamientos habituales, ¡ante la violación de mi autonomía y curso natural mental!                           

Camino, camino con un ritmo acelerado que no termino de comprender, con un afán de no tener afán. Camino con un grabado en mi espalda, con una luz tan pesada que me oprime el clamor del sentimiento. Algo que sólo yo siento así y que me hace tan corriente como todos. 

Me miraban. Todos ellos, como espectros con ojos brotados y bocas sueltas al borde de babear. Me miraban indagando en exceso. A través de un sólo cuerpo, me observaba un ejército de individuos que se reducían sólo a uno, al Ángel recurrente que es el hermano del Destino, el mismo que a todos nos espera con la paciencia de una piedra.

Me enfrento a tu inmensidad insinuante con una risa corrida, con un aire de retador. Con la sensatez de mirarte sin miedo, como se mira a un viejo amigo, que me acompañará como polvo en mi camino. Me enfrento a ti como si fueras la mancha de mi piel. Me dirijo a ti con la voz de la parte que soy, que reconozco y que resalto con orgullo y exaltación triunfante. Con las palabras de agradecimiento del inicio de una nueva cumbre.

1 comentario:

  1. que hermoso, es divino lo que escribes y como lo escribes, te quiero mucho Linda <3

    ResponderEliminar