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¿Quién es Lince? Soy un ser humano que ve en la realidad situaciones amargas y dulces. La metáfora, como una manera de ser implícitos, es mi modo de ofrecerle mis perspectivas sobre diversas cosas de el mundo que hemos creado. Espero lo disfruten.
"Límite es la palabra que define el momento en el que debes detenerte ante la dificultad de que tus decisiones no recaigan enteramente en tu voluntad". L.P

Momentos Creativos

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abril 19, 2011

0 "Incipiente Navegante"

En sus 25 años de vida, la joven de esta narración no se había sentido tan desmoralizada de sí misma, como en ese momento, un viernes de julio, a las 11 de la noche. Miró a su al rededor y por más compañeros que le rodearan, se sintió sola. El fárrago no la dejaba escuchar muy bien la voz de su cabeza, pero no por ello ésta se había callado.

-Que desperdicio de tiempo- Pensó, recordando lo imperceptible de sus pesados y somnolientos parpadeos mañaneros - El tiempo libre se me está esfumando-.

Sentada en una silla de madera de un bar, cuyo nombre era imposible tomar en serio, le abrumaban sus autoreclamos -¿Por qué no he buscado más consejos en los grandes autores... por qué me siento tan vacía?- Le dio tristeza. 

Los desorientados que la rodaban ululaban con júbilo por la llegada del fin de semestre. En cada uno de ellos identificó cómo había desperdiciado un lugar sagrado, un tiempo precioso, o una oportunidad de explorar la vida de otro modo. - Tal vez de caminar, de leer... por qué no de retomar mis clases de acuarela...- Se sintió peor.

En un abrir y cerrar de ojos, las mesas del establecimiento se llenaron de botellas de cerveza, su cerveza estaba intacta. -En estos tiempos de desplome cultural, tal vez buscar un horizonte es lo que me da un camino... Tal vez con ello logre que mis hijos... no sé si llegue a tenerlos... tal vez habrán mejores niños-. 

La mujer sacó una pequeña libreta de su cartera y le pidió al mesero del bar que le prestara su lapicero. El hombre, alto y corpulento, accedió a entregarle una no sin antes pensar que era una patética, aunque por otra parte, se le despertó la preocupación de malgastar su tiempo en aquel cuchitril. Para ahogar la voz de su preocupada consciencia, mientras conseguía otro lapicero, el mesero buscó mofarse de la mujer con algunos de sus compañeros y ello sirvió al menos por el momento para quitarse de encima la mojigatería común de ser alguien en la vida.

La mujer, se concentró en sus letras. En vez de las voces de sus compañeros, creyó escuchar fragmentos poéticos de Borges, frases de suspenso de Doyle y fantasía de Bioy Casáres. Su cabeza brillaba por sobre el cabello opaco de los demás, pues las letras le danzaban en el cuero cabelludo y hacían una fiesta.

No tardó mucho en ver que su memoria no era espacio suficiente para alojar a tanta gente, no conseguía recordar al tipo de aquel libro de secundaria sobre un diablo en una botella, le faltaban los nombres de algunos de sus personajes favoritos. Sin siquiera despedirse, se marchó hasta la casa, entró a su biblioteca y desaforada reconstruyó las figuras más brillantes e ilustres que recordaba, para que la acompañasen. Por pequeña que pudiese parecer, la idea cambió su disposición a oír y construir los cuadros con otros matices de color. Pronto, su cabeza tenía tantas voces que se fundieron en una sola. Esa voz interna que la alentaba a crecer como ser humano y no como masa.

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1 comentario:

  1. Gracias por hacerme llegar la información sobre este blog, me ha gustado muchísimo. Te paso la mía. Saludos. Juanfran.

    http://www.psicocamaleones.blogspot.com

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