Al rayar el sol, la gitana se sentó en su tienda, inspirando el aroma seco de la hierba.
Sonó en su espalda el crujir de una rama, provocada por pasos masculinos.
- Déjame intuir que estaré feliz de contigo vivir.
La gitana se levató, rozando el suelo con los pies descalzos y el día comenzo a degradar su luz para dar paso al manto de estrellas.
- En el cielo veo unas nubes claras por la luna, que recubren nuestro amor con un velo... En este momento me brotan las ganas. El cesped nos susurra melodías de fortuna. Nos hayamos resueltos y revueltos en un amor perfecto, en el más hermoso proyecto.
La luna se posó en su pelo, destellando en los metales que adornaban su cuerpo. Cerró los ojos, con una sonrisa y se acercó a besarlo, renunció al ritual.
- No puedo concentrarme porque no quiero huír de ti, tenerte en mi mente me hace feliz.
Y la figura masculina se desvaneció dejando por un instante una luz intermitente en el espacio en el que su estela de aroma baticinaba la futura cercanía.
-Te encontraré pronto.
Sonó en su espalda el crujir de una rama, provocada por pasos masculinos.
- Déjame intuir que estaré feliz de contigo vivir.
La gitana se levató, rozando el suelo con los pies descalzos y el día comenzo a degradar su luz para dar paso al manto de estrellas.
- En el cielo veo unas nubes claras por la luna, que recubren nuestro amor con un velo... En este momento me brotan las ganas. El cesped nos susurra melodías de fortuna. Nos hayamos resueltos y revueltos en un amor perfecto, en el más hermoso proyecto.
La luna se posó en su pelo, destellando en los metales que adornaban su cuerpo. Cerró los ojos, con una sonrisa y se acercó a besarlo, renunció al ritual.
- No puedo concentrarme porque no quiero huír de ti, tenerte en mi mente me hace feliz.
Y la figura masculina se desvaneció dejando por un instante una luz intermitente en el espacio en el que su estela de aroma baticinaba la futura cercanía.
-Te encontraré pronto.
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