Entradas populares

Translate

Datos personales

Mi foto
¿Quién es Lince? Soy un ser humano que ve en la realidad situaciones amargas y dulces. La metáfora, como una manera de ser implícitos, es mi modo de ofrecerle mis perspectivas sobre diversas cosas de el mundo que hemos creado. Espero lo disfruten.
"Límite es la palabra que define el momento en el que debes detenerte ante la dificultad de que tus decisiones no recaigan enteramente en tu voluntad". L.P

Momentos Creativos

Momentos Creativos
Fabro grafics

julio 24, 2011

"Para comenzar la nueva historia"


Bien, empezaré - Pensó en voz alta, la escritora recorrió su cuarto. El aire se arremolinaba alrededor, conformando una nube meditabunda, como si el mundo pudiera leer todas la hebras que rodeaban su corazón, esas mismas que lo sujetaban gentilmente en la oscuridad de la incertidumbre con el brillo de una sonrisa. La mañana era brillante y el aire contenía un ligero aroma fascinante a almendras.

Se recostó boca abajo en su cama y suspiró, dejó que el viento le llenara los oídos de todas las frases que le resaltaban el rubor de sus mejillas. Posó sus manos en el rostro mientras se apoyaba con los codos. Esperó hasta quedarse sola, una misión algo imposible y le sorprendió comprender, no a ciencia cierta, el monto importante de cuánto polvo había removido... y no sólo propio.

Nunca habría de librarse de las maniobras del Destino, porque estas aparecerían a lo largo de su vida vestidas como coincidencias o casualidades, y esta no era la excepción, una nueva aventura comenzaba. Sin dudarlo, algo tendría que estar maquinando su amigo de piedra, el resabiado; alguna treta secreta de la que por más se devanara los sesos le era imposible sacar pista alguna. Lo único que el Destino había decidido mostrarle era que un "cabo suelto", "casual", la sujetaba del lado de la felicidad con una fuerza más vibrante que nunca. 

Meneó la cabeza en vano, procurando aterrizar un poco. El aro en su oído le devolvía la sensación animosa preguntándole ¿Algo para preocuparse?... La respuesta quedaba en los puntos suspensivos, sin algún remordimiento, en un quiero conocer esto que no conozco, en un no quiero saberlo, la misma morfina que había drogado al bicharejo en forma de abeja cuyo trabajo era estar pendiente de cualquier alerta, y gritar irritantemente como bocina de mal augurio.


Al lado de una lógica intermitente, reposando en su hombro, una onda mística hacía que el mundo se retrajera o expandiera al azar, como si las dimensiones en esta atmósfera se desvanecieran sin importancia alguna ante los susurros de una tarde. La magia no era ajena, pero siempre la había controlado y mantenido al límite de su habilidad. Entre hechizos y conjuros, sin darse cuenta, un encantamiento se había desbordado y la había puesto a protagonizar un juego del que no conocía bando u objetivo, en el tablero de su querido Ángel.  

Frunció el sueño, en una de sus tantas muecas, y tomó un libro para distraerse y pensar con mayor objetividad. La palabra impresas se diluían, el tema del que procuraba distraerse actuaba como disolvente corrosivo y organizaba las sílabas sobrevivientes al azar para regresar al punto de partida.

¿A dónde se fue la lógica que me servía tanto para controlar la situación? - Se preguntó. En reemplazo de una respuesta llegó una legión de porqués ¿Por qué ahora? ¿Por qué así? ¿Por qué pasa? ¿Por qué me pierdo en sus ojos? ¿Por qué quiero darle mi cariño? ¿Por qué? La respuesta era la misma, "porque si", una muralla que ocultaba los campos de estrategia del Destino y sus proyectos.

Ignoró su alrededor escuchando la interpretación mental de su alma. Dejó su libro a un lado, no sin antes pedirle disculpas por su falta de concentración. Minutos, horas, le besaban las mejillas, el tiempo y él llevaban la cuenta de cuán trasparente estaba siendo. Por primera vez, el Templo permitía que la luz resplandeciera con las palabras exactas, tímidas, únicas y susurrantes de sus anhelos y verdades. 

Se acercó a su escritorio y llenó la forma que su interior le pedía que diligenciara como requisito para soltarse por completo a esa sonrisa que quería salir. Reclamó una copia de los momentos para poder plasmarlos con detalle en el papel, pero eran tan únicos que sólo disponía del recurso extraño de su desmemoriada cabeza, que dejaba pícara y cruelmente resaborear trozo por trozo los días, en una acción cuentagotas de sonrisas. Miró en frente y con la pluma de su corazón suspiró al ritmo de las frases que salían.


No hay comentarios:

Publicar un comentario